Hola mis queridos estudiantes , cordial saludo Dios los bendiga, reciban con cariño la guía dos, buen trabajo, animo mis tesoros.
Recuerden de enviar esta actividad al siguiente correo:d.blg.nora.molina@cali.edu.co para cualquier inquietud llamar:3157726467
GUIA 2 GRADO SEPTIMO
SOCIALES, DEMOCRACIAS, ETICA Y
VALORES, RELIGIÓN
AREA |
DOCENTE |
CORREO |
SOCIALES |
Nora Molina Yilber López Narváez |
d.blg.nora.molina@cali.edu.co d.blg.yilber.lopez@cali.edu.co |
DEMOCRACIA |
Nora Molina Yilber López Narváez |
d.blg.nora.molina@cali.edu.co d.blg.yilber.lopez@cali.edu.co |
ETICA Y VALORES |
Noemi Petit Yilber López Narváez |
d.blg.yilber.lopez@cali.edu.co |
RELIGION |
Noemi Petit Yilber López Narváez |
|
PROBLEMÁTICA: consecuencia de la pandemia en las diferentes esferas del ser humano y
las la forma de enfrentarlas
OBJETIVOS MISIONALES:
- Promover
en los estudiantes el pensamiento crítico, que les permita generar un análisis
integran, desde diferentes dimensiones
del ser humano
- Fomentar
el emprendimiento a través de proyectos pedagógicos transversales que
respondan a solucionar problemáticas reales.
Esta guía es resultado de un trabajo
transdisciplinar de nuestra institución con el propósito de dar respuesta a
la flexibilización curricular que
propone el MEN. La primera página presenta algunos objetivos, que se abordan el trabajo transdisciplinar y
la forma en la que debes desarrollar y entregar el trabajo que realices en las
distintas áreas. La segunda página presenta una lectura o situación real que será tomada como
referente para el planteamiento de las actividades y a partir de la tercera
página, comienza el trabajo propuesto o actividades por asignaturas.
RECOMENDACIONES ·
Escriba sus nombres, apellidos, su documento de
identidad y su grado completo y legible en cada una de las asignaturas si va
a entregar las guías físicamente en las hojas en las que fueron desarrolladas ·
Primero, lea toda la guía antes de empezar a realizar cualquier actividad. ·
Recuerde enviar su trabajo por los medios de comunicación establecidos
con los docentes de cada una de las áreas y jornada correspondiente. ·
Puede dirigirse a los medios de comunicación establecidos con los
docentes para aclarar cualquier duda que tenga o consulte con algún compañero
que tenga la posibilidad de hacerlo. ·
En el blog de clase que aparece en la página principal
encuentra indicaciones sobre este módulo de guías articuladas ·
Organice su tiempo para cumplir con la fecha de entrega. |
Teniendo en cuenta la situación
actual del mundo de crisis social, económica,
política y ambiental realice la
siguiente lectura y responda
las preguntas de cada una de las asignaturas o áreas a, con el propósito de generar el desarrollo de los
conocimientos y sus propias reflexiones,
desarrollando las competencias de análisis crítico de la realidad.
LECTURA ECONOMÍA
DE TIEMPOS DE PANDEMIA
Antonia Díaz 13-03-2020
https://nadaesgratis.es/luis-puch/economia-de-tiempos-de-pandemia
Un evento tan trágico e inesperado como el rápido
contagio de miles de personas en todo el mundo (y, desgraciadamente, la muerte
de muchos, ¡terrible!) está consiguiendo que nuestras economías se tambaleen.
Los acontecimientos se desarrollan con tal rapidez que las cifras de afectados
van cambiando hora a hora. La OMS ya ha anunciado que nos enfrentamos a una
pandemia. Sin inmunización previa, ni vacunas ni retrovirales, por el momento,
nuestra única forma de prevención es mucha higiene, y más responsabilidad aún
para evitar los contagios.
De ahí la necesidad de observar
estrictamente las medidas de prevención, aislamiento y distancia social. Por
ejemplo, la estrategia de Corea del Sur para monitorizar a los
potenciales enfermos vía App a la vez que haciendo chequeos masivos a la
población en espacios públicos abiertos habilitados al efecto, en vez de casa
por casa o en hospitales y, con ello mitigar contagios y colapsos, ha sido
tremendamente exitosa. Deberíamos aprender de ellos. En cualquier caso, la
distancia social es fundamental para disminuir la tasa de crecimiento de los
contagios.
Esta crisis nos está recordando
que nuestra sociedad, tan individualista, está más interconectada que nunca.
Nuestra vida de ocio y cultural, a pesar de las plataformas digitales, sigue
siendo fundamentalmente social: cines, conciertos, museos, estadios. ¡Iglesias!
Incluso la forma en que ha cambiado el sector servicios, con grandes centros
comerciales a los que acuden miles de personas, favorece el contagio masivo. El
turismo es un excelente mecanismo de propagación. El que podamos estar en menos
de cuatro horas en Berlín, París, Viena, Milán, facilita inmensamente la
infección. A pesar de las impresoras 3D, aún la producción de manufacturas
sigue haciéndose en plantas donde muchas personas trabajan codo con codo. En
suma, la especialización productiva y los rendimientos crecientes a escala (sin
tener en cuenta la huella climática, pero esa es otra cuestión), con todos sus
beneficios, nos agrupan, nos interconectan. Nos hacen a todos más vulnerables a
lo que le ocurra a cada uno de nosotros.
Pues bien, aquello que tenemos
que hacer para limitar que la infección se expanda implica, necesariamente, una
ralentización económica. Una cuestión muy importante es cuánto tiempo tenemos
que mantener estas medidas disruptivas de la actividad económica. No lo
sabemos, aunque hay algunas estimaciones al respecto de las que se hablará en
otro post. Unas semanas de interrupción en un sector tan estacional como el
turismo, abre un roto importante en nuestra economía. Si el shock pandémico es
finalmente transitorio afectará mucho a una parte relativamente pequeña de la
economía. Si fuera este el caso, el pánico observado en los mercados estos días
convierte a los responsables del mismo en auténticos irresponsables. Si, por el
contrario, los efectos del shock son duraderos, la acción pública es
determinante.
La cuestión es que, por
prevención, para no exponernos al contagio, o porque ya estemos enfermos, ni
podemos producir ni podemos consumir. Al no poder producir ni consumir no se puede
vender ni generar beneficios. Las empresas, lógicamente, quieren despedir
trabajadores para reducir costes. Los plazos de los créditos vencen aunque no
se pueda trabajar. Los alquileres hay que pagarlos. No solo eso; cuando la
economía real está paralizada, la economía financiera carece de ancla real (los
beneficios de las empresas cotizadas) y se mueve exclusivamente por
expectativas, que en estos tiempos pueden ser delirantes. De ahí que la Bolsa
de Nueva York suspendiera temporalmente la cotización
y que ese cierre aguara el festín de pánico que se estaban dando los bajistas.
Y, finalmente, la cuestión es qué
hacer. La respuesta la llamamos los economistas risk
sharing. Podría parecer que este shock es de naturaleza sistémica, y
en parte lo es. Sin embargo, este shock afecta de manera distinta a distintos
sectores: pensemos en los sectores de la alimentación o de las telecomunicaciones
frente a la hostelería y el transporte aéreo. Más aún, afecta distinto a
deudores y a prestamistas, a los dueños de grandes empresas frente al dueño de
una pyme, o al trabajador de un banco y a un funcionario frente al trabajador
de un centro comercial. Risk sharing es
solidaridad: hoy por ti y mañana por mí. El refrán popular nos dice que
el risk sharing, por propia naturaleza, es dinámico. Nos
conviene que no haya pérdidas de tejido productivo aunque el virus no nos
afecte directamente hoy. Se trata de solidaridad pecuniaria, claro, que es la
que importa. Queremos enfatizar lo dicho arriba: esta es una crisis generada
por una enfermedad contagiosa, es una externalidad negativa. Por tanto, las
acciones de los agentes privados, dirigidas a maximizar beneficios, no van a
internalizar el coste social de esas acciones. En una situación de este tipo
cada ciudadano o empresa se enfrenta a un “dilema del
prisionero”. La
Teoría Económica nos dice que, en ausencia de coordinación, cuando la acción de
cada agente tiene consecuencias sobre el otro, la asignación de equilibrio es
ineficiente porque los agentes maximizadores de beneficios no cooperan. El
dilema del prisionero muestra que esos mismos ciudadanos estarían mejor si
alguien les sometiera a coordinación. Y, aunque sea de Perogrullo, la
Administración Pública debe coordinar. Debe liderar. Tanto más cuanta más artillería tiene.
La primera medida es que toda
la información sobre la enfermedad debe estar
accesible de forma centralizada y sencilla para los ciudadanos. Los que
enferman y los que sanan. Eso solo puede hacerlo el Ministerio de Sanidad. Luz
y taquígrafos es la mejor medicina contra el miedo y las conductas de pánico (las
escenas de gente comprando compulsivamente papel higiénico y pasta son el
equivalente sanitario de un pánico bancario). Todo el sistema sanitario,
público y privado, debe estar al servicio de contener la pandemia. Las
compañías sanitarias privadas deben ceder sus hospitales y camas a la Sanidad
Pública, así como hacer chequeos gratuitos (ya se verá si la Administración,
–es decir, todos– puede compensarles). Idealmente, nos gustaría copiar el
sistema de tests diagnósticos masivos de Corea del Sur, pero lleva tiempo. Como
hace Corea del Sur, hay que racionar la compra de mascarillas por parte de los
ciudadanos. También hay que limitar su precio. Son artículos de primerísima
necesidad hasta que termine esta emergencia. No se puede hacer negocio con la
enfermedad. Simultáneamente, hay que contratar a más profesionales, es una
emergencia. La prioridad es sostener el sistema sanitario.
La segunda medida fundamental, al
menos desde la óptica de los economistas, es sostener la producción. Antes de
cerrar los servicios, como en Lombardía, puede explorarse subir el IVA,
temporalmente, a aquellas actividades que lleven a la aglomeración y así
desincentivar su consumo (tanto más justificado cuanto menos
populares sean dichas actividades). El gobierno ya está tomando medidas
asimilando las cuarentenas a bajas por accidentes laborales. Pero hay que tener
un plan global. Para ello debe estar muy claro que esta
no es una crisis como en 2008. Esta crisis se debe a que tenemos que
paralizar la economía real para frenar los contagios. Y mientras que la
economía real esté parada, la economía financiera no puede seguir al albur de
las expectativas. Aunque la economía financiera no tuvo disciplina en el 2008
nos parece que este, sin duda, es el momento para que la tenga y, para que
quien tiene la autoridad para exigírsela, lo haga.
Debemos tener claro que esta es una crisis de liquidez. Cuando una buena
parte del país echa el cierre en agosto no pasa nada. Y no pasa nada porque es
algo planificado. Coordinado. Esta crisis no es un desastre natural. No se
incendian los bosques, la fuerza del agua no se traga las carreteras, no se
caen las viviendas ni las factorías por un terremoto. Nuestro potencial
productivo sigue intacto. Las muertes, aunque todas trágicas, no amenazan nuestra
economía. Es la conjunción de parálisis productiva e hiperactividad financiera lo que amenaza la
economía si no hay coordinación. Hay que contener la economía financiera
mientras que la real no se recupere. Mientras que la pandemia no se controle,
la mayoría de actividades financieras y decisiones de empleo deben ser
supervisadas.
Hay que hacer una moratoria financiera
para los sectores más golpeados por las medidas encaminadas a frenar el
contagio. Nos
referimos a los sectores de turismo, comercio (presencial, no online),
transporte aéreo… Se trata de una moratoria para las decisiones de despido,
para los vencimientos de todo tipo de créditos (en las empresas pequeñas y
medianas, especialmente). Los bancos deben extender los créditos que puedan
vencer en los próximos tres meses, por ejemplo, de acuerdo con la previsión
actual de efectos. Hay que abrir líneas de crédito a las empresas bajo la
condición de que no despidan a trabajadores y en función del Impuesto sobre
Sociedades que hayan venido pagando, o que vayan a pagar en el futuro gracias a
las ayudas. La crisis financiera debería haber servido para completar mercados;
es decir, para contribuir a mejorar las condiciones en las que los órganos
supervisores y la Justicia distinguen la mala suerte (el shock) de la mala fe.
Lamentablemente, en este asunto no parece que se haya avanzado demasiado, por
lo que lo más prioritario puede ser no convertir “ayudas justificadas” en un
“free lunch.” Pero sí, se trata de evitar las quiebras.
Hay que pedir a la Comisión Nacional del Mercado de
Valores y al Banco de España que vigilen a la Bolsa y al sector financiero para
evitar episodios de “depresión irracional” como hizo la Bolsa de Nueva York. En
concreto, hay que limitar las “ventas en corto” (préstame tus acciones –ayer,
que te las devuelvo mañana cuando valgan la mitad), y evitar que los tiburones
financieros hagan caja a costa de las primas de riesgo cuando, con buenas
palabras, el Eurogrupo relaje los requisitos de límite de déficit. Esto es
fundamental.
Todas estas medidas necesitan liquidez. Las medidas que acaba de anunciar el
gobierno, con la moratoria en el pago de impuestos anunciada, necesariamente
van a afectar a las cuentas públicas. Hay que pedir una moratoria a la EU para
cumplir la regla del déficit. El Banco Central Europeo debe facilitar la
liquidez necesaria para que los gobiernos de cada país puedan actuar sobre los
sectores productivos más perjudicados por la crisis. Roberto Perli en Twitter hace un listado
muy interesante de medidas que el BCE puede llevar a cabo. En particular,
queremos resaltar la propuesta de dar avales a las pequeñas y medianas empresas
para obtener líneas de créditos. Como indica Roberto Perli, necesitamos un
“Quantitative Easing”, pero este debe ser selectivo porque no todos los
sectores productivos están igualmente afectados. Recordemos que es el tejido
productivo lo que está en peligro, no el sistema financiero. Y lo necesitamos
ya.
¿Qué podemos hacer sin contar con la
UE? Las declaraciones recientes de Lagarde diciendo
que no van a tocar los tipos son muy elocuentes: le pasa la patata caliente a
los gobiernos y a la política fiscal para evitar que aumenten las primas de
riesgo. Pero la UE se niega a la
actuación fiscal conjunta por ahora. Mientras que escribimos este post ha saltado la
noticia de que España, en la persona de la vicepresidenta Nadia Calviño,
ha rechazado el plan que pedían Francia
e Italia de estímulos fiscales argumentando que el Banco Europeo de inversiones
puede canalizar las ayudas necesarias en estos momentos. Sería bueno que el
Gobierno explicara su posición para saber a qué atenernos, pero todo apunta a
que se está jugando una partida complicada.
El FMI nos recomienda subir impuestos. Tendremos
que hacerlo. En particular, hay que subir impuestos a las grandes empresas (que
disponen de más colateral para vadear la pandemia), algunas en sectores que
pueden salir incluso beneficiados de esta crisis. Es el momento, por ejemplo, de gravar a las grandes tecnológicas.
Y hay que hacerlo ya. Existen dos razones poderosas para pedirles que paguen
más impuestos. La primera es que esta pandemia afecta a sus competidores más
que a ellos. Casi nadie puede ir al cine (bueno para Netflix). Nadie quiere ir
a un centro comercial a comprar (bueno para Amazon). Es decir, el coronavirus
es un arma de competencia desleal. Las grandes tecnológicas deben contribuir
por ese maná que reciben en estos tiempos de pandemia. La segunda razón es que
su posición dominante es tal, que impiden la competencia de manera expedita al
comprarse a quien se atreve a asomar la nariz por su mercado (digital, claro).
Es una cuestión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia
(¿europea? ¿mundial?). Hay que pedirles su colaboración. Y dedicar esos
recursos a aumentar los ingresos del Estado.
En definitiva, hay que actuar con
rapidez y determinación. Hay que convencer a todos los socios de la Unión
Europea para llevar a cabo una respuesta coordinada, pero sin dejar de actuar
en los mercados mientras tanto. Hay que convencerles que hay que hacer risk sharing. Hay que convencerles de que todos
ganamos. Porque si no lo hacemos, nuestra confianza en la Unión Europea se
hundirá. Y una institución no puede sobrevivir sin la confianza de sus
ciudadanos. Sabremos si llegamos tarde mirando lo que ocurra en Italia.
Actividad
de Sociales y Democracia
1.
¿Cuál
es la idea principal del texto?
2.
Escribe
un resumen mínimo de 8 reglones y máximo de 15 sobre el texto
3.
Menciona
3 cosas que se digan en el texto y que hayan ocurrido en nuestro país en este
tiempo de pandemia.
4.
Según
el texto cuáles son las dos medidas fundamentales o prioritarias durante la
pandemia.
5.
Teniendo
en cuenta toda la información del texto y todo lo que has observado que ha
sucedido durante esta pandemia, escribe tres cosas que crees que se deberían
mejorar en temas como el trabajo, la educación, la seguridad, la salud pública
y la seguridad alimentaria.
6.
Escribe
algo que se mencione en el texto, que creas que se relacione con el proyecto de
Huerta Familiar que estamos realizando en el colegio.
7.
¿En
que parte del texto se habla algo relacionado con la participación ciudadana?
8.
Menciona
3 cosas que se mencione en el texto que deben hacer los gobiernos durante este
tiempo de pandemia.
Actividad
de Ética y Valores – Religión
1.
Identifica
un Valor Humano mencionado en el texto, escribe el fragmento del texto donde es
mencionado y explica que se dice en el texto sobre ese Valor Humano.
2.
Elabora
una cartelera o un cartel digitalizado sobre el Valor Humano que identificaste
en el punto anterior. En la cartelera o
cartel digitalizado escribe la definición de este valor, por qué es importante
y pega o anexa una imagen alusiva a dicho Valor.
3.
Lee
los artículos 3, 23 y 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
escoge uno y escríbelo, luego identifica en el texto un fragmento donde se
hable de sobre este derecho y escríbelo.
4.
Escribe
un versículo o pasaje bíblico que se relacione con el Valor Humano que
identificaste en el punto 1 de esta actividad.
5.
¿De
qué manera crees que pueden aportar las organizaciones religiosas a que
superemos la actual situación devenida de la pandemia?
6.
Consulta
3 creencias de cada una de las siguientes religiones: Budismo, Hinduismo e Islam. De esas 9 creencias escoge una, que tú creas
que nos pueda ayudar a los seres humanos a mejorar como personas en todo este
contexto de la pandemia.
ENVIA LA ACTIVIDAD A LA
DOCENTE NORA MOLINA A SU CORREO INSTITUCIONAL: d.blg.nora.molina@cali.edu.co Y PARA CUALQUIER INQUIETUD COMUNICARSE AL CEL.
3157726467
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